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Reseña: trilogía "La tierra fragmentada", de N. K. Jemisin

La tierra fragmentada es una trilogía difícil de clasificar, a ratos parece ciencia ficción y a ratos se acerca más a la fantasía. Las tres novelas han ganado varios premios y no me extraña, porque no se parecen a nada que yo haya leído antes y están escritos con una técnica impecable. En esta reseña voy a cubrir la trilogía entera como un todo porque no me parece que tenga sentido hacer un post de cada uno habiéndome leído ya los tres.


Cada libro vale en torno a 20 euros, 7-8 en Kindle. Pero yo me los he leído de la biblioteca, podéis buscarlos ahí también. Tienen en torno a 400-450 páginas. El más corto es el tercero con 382.


El primero, La Quinta Estación, fue publicado en 2015 (en España, en 2017 con la editorial Nova). La sinopsis es la siguiente:


Ha dado comienzo una estación de desenlaces. Empieza con una gran grieta roja que recorre las entrañas del único continente del planeta, una grieta que escupe una ceniza que oculta la luz del sol. Empieza con la muerte, con un hijo asesinado y una hija perdida. Empieza con una traición, con heridas latentes que comienzan a supurar. El lugar es la Quietud, un continente acostumbrado a la catástrofe en el que la energía de la tierra se utiliza como arma. Y en el que no hay lugar para la misericordia.


Las protagonistas de esta novela son Damaya, Sienita y Essun. El narrador de las dos primeras es un tercera persona y el de Essun es una segunda, un narrador muy arriesgado y difícil de manejar que, sin embargo, no se hace pesado. No me preguntéis como ha conseguido Jemisin narrar una historia tan larga en segunda persona, porque no tengo ni idea.


Nos encontramos en un mundo en el que todo está relacionado con la Tierra. Constantemente suceden desastres naturales (volcanes, terremotos...) y, si la situación es muy grave, se declara una Estación, algo así como una época de alarma extrema, en la que sobrevivir es muy difícil porque hay ceniza, erupciones, gases tóxicos... Las tres protagonistas son orogenes, personas que, a grandes rasgos, pueden sentir y manipular las energías de la tierra y las rocas. La historia comienza cuando otro orogén abre una grieta enorme en el mundo, creando un volcán gigantesco que da lugar a una Estación. Esto desencadena todo lo demás.


Además de los orogenes, tenemos a otras personas especiales: los Guardianes y los comepiedras. Y las personas normales, claro: los táticos. Estos últimos no pueden sentir la energía ni las vibraciones de la tierra, están indefensos frente a los terremotos (y frente a los orogenes).


Lo primero que quiero alabar de esta trilogía es que cada una de las novelas tiene una gracia diferente. Además de que cada una va añadiendo personajes nuevos, partes de la historia fascinantes y más detalles del mundo, tienen su propio truquito.


La Quinta Estación, la primera, es la que tiene el truco más espectacular. Decirlo sería un spoiler tremendo, así que os dejo que lo descubráis, pero se trata de algo que yo no había visto antes y que me resultó muy impactante. Tiene trampa, eso sí, aunque da tanto gusto que se lo perdonas.


La segunda novela, El portal de los obeliscos, incluye la narración de la aventura de Nassun, la hija de Essun. El narrador (no os digo quién es, lo descubriréis al final de La quinta estación) utiliza una segunda persona para narrarle a Essun lo que su hija hace en tercera. Vais viendo por qué Jemisin es un genio.



La tercera novela, El cielo de piedra, incluye, aparte de todo lo anterior, una narración en primera persona y en presente de cómo empezaron las Estaciones, de cómo el mundo quedó destruido la primera vez (porque sí, hubo una primera que vamos a conocer). El narrador que nos ha estado contando el primer y el segundo libro en segunda persona por fin entra en sí mismo y nos cuenta en una primera qué pasó.





Pero volvamos con La Quinta Estación. Las tres protagonistas (Damaya, Sienita y Essun) nos sirven para conocer distintas partes de este mundo que crea Jemisin y para presentar a una serie de personajes que van a acompañarnos toda la trilogía. No hay ni una frase inocente en esta historia. ¿Qué quiero decir con esto? Cada capítulo y cada diálogo y cada escena tienen una función concreta. Y cada personaje. Y cada narrador. No se trata solo de una sucesión de aventuras y descubrimientos, hay algo más. Tiene que ver con la textura de la historia y lo que hay detrás (racismo, ecologismo, maternidad). Jemisin quería decir algo con esta historia. Para hacer eso, crea un mundo y una serie de personajes fascinantes. Cada uno tiene una función importante, así que no te puedes despistar mientras lees porque, de lo contrario, te tirarás dos libros preguntándote quién demonios era nosequién o qué paso en nosedónde que tanto marcó a Essun.


Las reglas de este universo se presentan poco a poco y sutilmente, así que hay que estar atento para no crear dudas que arrastremos durante ochocientas páginas. No te esperes a que se explique, no se va a explicar. Aunque hay un diccionario al final de cada libro con las palabras inventadas. Ayuda si hay un concepto concreto que no entiendes, pero yo personalmente no los he usado en ningún momento. Si no te agobias y le sigues el rollo, lo acabarás comprendiendo todo a su debido tiempo. La autora tiene en cuenta que no vas a entender nada al principio y no necesita que lo entiendas para disfrutarlo. Ya te irán encajando las cosas, solo sigue avanzando.


La historia en sí (los tres libros) es un cúmulo de tramas, protagonizadas por personajes muy diferentes que viven cada uno su aventura. El pasado, un pasado todavía más lejano y el presente se mezclan para que comprendas con toda profundidad qué demonios está sucediendo y por qué, y quién lo hizo, y qué razones tenía. Y todo tiene perfecto sentido y es fascinante y apasionante y tristísimo hasta unos niveles terribles. Cada novela va añadiendo una capa de significado, nos va acercando a la verdad y colocando las piezas para un desenlace apoteósico. Hay incógnitas hasta que cierras el tercer libro, y después de que lo cierres, incluso (lo que invita claramente a una relectura tan voraz como la primera).


Los personajes son espectaculares. Tenemos de todo: mujeres atormentadas, niñas inocentes, seres inmortales hechos de piedra (vivo enamorada de él, del comepiedras de Essun), un hombre que es penoso y está loco y es un genio a partes iguales, un muchacho y una niña que, en épocas separadas por miles de años, deciden que el mundo es espantoso y merece arder y tienen toda la razón del mundo, y al mismo tiempo no la tienen. Todos los personajes son apasionados y sufren más de la cuenta (por eso es tan interesante, supongo).


Debo decir que a mí Schaffa y Nassun me han caído fatal todo el tiempo por parecerme algo artificiales, pero eso quizá sea cosa mía. Me gustaban tan poco que a veces me han amargado la lectura. Sin embargo, lo que les sucede a ellos dos y los descubrimientos que hacen son muy importantes, así que aunque los personajes no me agradasen sí me tragaba sus escenas con cierto interés.


Jemisin no se regodea en los romances de los personajes ni en conversaciones apasionadas sobre quién ama a quién. El amor aquí es algo sutil que va de fondo, pero romance como tal hay bien poco (aunque haya muchas relaciones). Sienita llega a amar a Alabastro, por ejemplo, y sin embargo son contadas las ocasiones en las que eso te queda claro. O ninguna, de hecho. Es más una sensación que se te va creando después de verlos juntos muchas veces.


El mundo está muy bien trabajado. Todo él requiere de una imaginación increíble. Solo de pensar en el esfuerzo mental que debió de llevar crearlo y plasmarlo me agoto. Este universo trasciende todo lo que yo he visto antes, incluso se inventa un sentido nuevo (la sesuna), y utiliza un campo semántico que te mete enseguida en el entorno (volcanes, ceniza, terremotos, rocas, estratos, zafiro, ónice...) y te envuelve por completo. De los mejores universos ficticios que he visto. Rarísimo, complejísimo y muy hostil. Perfecto para resultar interesante.


Un defecto (muy tonto) que sí he encontrado en las novelas es que, pese a que presenta el mundo y la información principal perfectamente, hay detalles que no saca en el mejor momento. Por ejemplo, en una ocasión, Essun piensa que Hoa tarda una cantidad variable de tiempo en tomar decisiones conversacionales, es decir, que a veces responde muy deprisa y a veces no. Hoa está en la historia desde el principio, pero esa observación se hace, según recuerdo, hacia la tercera parte del segundo libro. A mí me habría gustado tenerla antes. Esto pasa con algunos detallitos más. Es, como digo, un defecto tonto, pero que a mí me irritó un poco.


Posiblemente ese sea el único fallo que tiene esta trilogía. Y ni siquiera es un fallo objetivo, solo cosa mía.


El primer libro, y el modo en que enlaza a las tres protagonistas, es magistral. El segundo está lleno de revelaciones que te vuelan la mente y el tercero añade la apasionante historia del narrador contándonos cómo se desencadenaron las Estaciones. El mundo en el que se movía el narrador entonces existió en otra época, hace decenas de miles de años, y tiene unas reglas diferentes que nos tenemos que aprender a toda prisa a lo largo del tercer libro.


En ningún momento tienes la sensación de saberlo todo y, si la tienes, la historia te lo desmiente enseguida. No te puedes relajar porque en el próximo capítulo puede aparecer un dato que te deje loquísima. De hecho, es muy probable que aparezca, de una forma más o menos sutil. Como ya he dicho, cada una de las novelas incorpora algo fascinante que le da un toque de novedad y de frescura que anima mucho a seguir leyendo. Además de ser un alarde técnico de principio a fin.


Creo que La tierra fragmentada muy probablemente sea la mejor trilogía de fantasía/ciencia ficción/lo que sea que he leído nunca. La recomiendo ya no solo para disfrutar, sino para aprender cómo se escribe un buen libro. Es un manual de estrategias muy interesantes y muy útiles.


Todo esto es mi opinión personal.

 

Aquí dejo la puntuación que le daría a la novela:


  • Lenguaje: 5/5.

  • Personajes: 5/5.

  • Historia (y cómo está contada): 5/5.

  • Originalidad: 5/5.

  • ¿Final satisfactorio?: SÍ.

  • PUNTUACIÓN GENERAL: 5/5.


Espero que te haya resultado útil la reseña y que te guste el libro en caso de que decidas comprarlo. Te animo a comentar y compartir. ¡Muchas gracias por leer, y hasta la próxima!



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