Mucho he tardado en leer a Sanderson. La verdad es que lo hice más desde la curiosidad que desde el interés. No me llamaba la atención, pero, teniendo tanta fama, había que tantear. Ahora que he leído Elantris, creo que la suya es una fama más o menos merecida.
Elantris es una novela de fantasía publicada en 2005, aunque la edición que yo tengo es de 2018, de la editorial Nova. Mi edición de bolsillo tiene 800 páginas (casi nada) y me costó 14 euros en la Feria del Libro de Madrid. En tapa dura vale 26,50 y en kindle, 6,64. Esta edición está muy bien porque incluye, entre otras cosas, fragmentos que fueron eliminados del texto final, y que Sanderson recupera ahora.
La sinopsis es la siguiente:
Bienvenidos a la ciudad de Elantris, la poderosa y bella capital de Arelon llamada «la ciudad de los dioses». Antaño famosa sede de inmortales, lugar repleto de poderosa magia, Elantris ha caído en desgracia. Ahora solo acoge a los nuevos «muertos en vida», postrados en una insufrible «no-vida» tras una misteriosa y terrible transformación.
Un matrimonio de Estado destinado a unir los reinos de Arelon y Teod se frustra, ya que el novio, Raoden, el príncipe de Arelon, sufre inesperadamente la Transformación, se convierte en un «muerto en vida» y debe refugiarse en Elantris. Su reciente esposa, la princesa Sarene de Teod, creyéndolo muerto, se ve obligada a incorporarse a la vida de Arelon y su nueva capital, Kae. Mientras, el embajador y alto sacerdote de otro reino vecino, Fjordell, usará su habilidad política para intentar dominar Arelod y Teod con el propósito de someterlos a su emperador y su dios.
Aun a riesgo de repetir lo mismo que dije en la reseña de La mano izquierda de la oscuridad y en el post sobre Dune, confieso una vez más que me costó por lo menos un par de intentos leerme Elantris. Lo he comentado con varias personas que han leído más de Sanderson y me han confirmado que cuesta un poco engancharse a sus novelas, no entran fácilmente de primeras. Yo me quedé atascada en torno a la página 50 una o dos veces, y no empecé a leer con verdadero interés hasta más allá de la 200. Esto no es una queja, es evidente que un libro tan grueso y con tanta complejidad requiere una base sólida y bien plantada antes de empezar a dar vueltas. No obstante, ha sido parte de mi experiencia y me ha hecho abandonar el libro y tener que volver empezar desde el principio tiempo después, con lo cual lo aviso.
Por supuesto, hacer ese minúsculo esfuercito y seguir avanzando mereció la pena.
Elantris es una novela que, sin proponer algo espectacular ni rompedor, sí da la sensación de ser diferente a las demás. Quizá se deba a su optimismo, a la esperanza que la atraviesa de arriba abajo, a determinados detalles de la historia que son muy lúcidos. O al hecho de que gran parte del conflicto gira en torno a algo tan mundano y poco fantástico como el hambre, un hambre atroz y enloquecedora.
Se trata de un libro muy hermoso. Desde la manera en que trata a los personajes, las relaciones entre ellos, los escenarios, los sentimientos que se cuecen de fondo, la propia trama... Una vez entras, te enreda y lo disfrutas mucho. Cada capítulo avanza trama, aunque pueda no parecerlo porque se mueve con mucha sutileza. Pasan muchísimas cosas, damos muchas vueltas y pese a ello todo aporta. Eso es algo que yo suelo valorar bastante (porque no sé hacerlo bien, esencialmente).
Los personajes son muy distintos entre sí y muy interesantes. El protagonista, Raoden, es para comérselo. Tiene el pequeño contrapunto de Galladon y de Karata. Sarene, la protagonista femenina, me ha sorprendido mucho porque, si bien es cierto que Elantris tiene pequeños detallitos machistas, sí puedo ver que son simple producto de una época y una cultura, pero no dicen nada malo del autor. Sarene, pese a sus cosas raras, es un personaje femenino muy moderno, muy complejo y muy bueno. Estando escrita en 2005 por un hombre, en un libro de fantasía, me parece una mujer muy real con la que me puedo sentir identificada. Los demás personajes femeninos no se quedan atrás tampoco, hay variedad y una sutil apreciación de cada una de ellas en sus diferencias, pese a que también haya detallitos machistas que se pueden pasar por alto.
Hay romance en el libro y escenas y diálogos casi cursis. Yo no soy una lectora cursi, pero quien sí lo sea va a disfrutarlo de lo lindo. A mí me ha gustado mucho la ternura de Sanderson y creo que lleva la relación entre Raoden y Sarene de una manera muy romántica. No son la única pareja, aunque sí la principal, y en todas se repiten las mismas dinámicas: hay respeto, verdadero afecto y admiración entre los enamorados. Relaciones sanas, en definitiva. Y se agradece.
El tercer protagonista es Hrathen. Puedo entender la importancia que tiene en el libro tal y como está concebido, pero, honestamente, yo casi que quitaría su trama enterita. Aporta el conflicto religioso, que resulta muy interesante, y una amenaza bélica y política. Sirve también de enemigo de Sarene, con lo que entiendo que es un pilar importante. Sin embargo, sus capítulos me han parecido aburridísimos, no he sido capaz de empatizar con él y su arco de redención se ve de lejos, con lo que tampoco tiene mucha gracia. La única verdadera sorpresa que aporta Hrathen es un giro argumental que me ha parecido muy, muy forzado, y muy, muy sacado de la manga. Veo por qué es importante y por qué Sanderson lo maneja así, aunque no puedo evitar sentir que sobra, y que las cosas que aporta se podrían haber metido de otro modo más elegante y más orgánico.
Creo que, aunque muchos autores lo nieguen, se puede conocer a un escritor por cómo describe y maneja a los personajes. En este caso, Sanderson me cae bien. Estoy segura de que es buen tío. Sus personajes en Elantris son en su mayoría muy buenas personas, hay amor y ternura entre ellos, y hay nobleza y amabilidad. Da gusto verlos en acción.
El mundo que se nos presenta en Elantris no aporta nada nuevo, tiene los tópicos habituales. Eso no molesta en absoluto, no es malo. La magia, sin embargo, sí resulta fascinante. No voy a desvelar por qué, pero los aones tienen varias dinámicas interesantísimas y muy inteligentes por parte del autor que suponen una aproximación a la magia distinta y bellísima.
La tensión está bien plantada y bien llevada. Hay muchos frentes abiertos que van reclamando nuestra atención a su debido tiempo y en su justa medida. Te mantiene atento y deseando sin resultar agónico.
Como punto negativo principal está la propia trama o, mejor dicho, el modo en que está contada. Sanderson utiliza trucos baratos, engaños y se saca demasiadas cosas de la manga. Pasan muchas cosas a destiempo, sin indicios previos o sin justificación. Le pasa mucho a las novelas de este tipo que con tal de darte la sorpresa final se anuncian poco, con lo que, cuando llega el momento, tu impresión es que ha salido de la nada y se carga completamente la coherencia. Hay información importante cuyo origen jamás se explica, conversaciones que se atrasan de manera forzadísima. Casi todas las sorpresas que da son, a mi parecer, trucos baratos y engaños sin sentido.
Por todo esto, el desenlace no me gustó nada. No lo disfruté mientras lo leía porque me molestaba que usase tantos trucos y que se sacase tantísimas cosas de la manga. Creo que no está bien armado. Cerré el libro con un bajón tremendo y me sentí un poco estafada, pese a que el final de la historia sí me gustó. No obstante, debo decir que conforme pasaron los días me di cuenta de que Elantris me había dejado un poso muy positivo. Cuando mi cabeza tuvo tiempo de darle vueltas decidió que lo bueno pesaba más que lo malo, y que la sensación final y el recuerdo fueran buenos.
Pero usa trucos muy baratos y eso no hay forma de obviarlo.
La historia como tal es compleja, lleva buen ritmo y resulta interesante. No es rompedora, pero sí se disfruta. El problema, para mí, está en cómo se cuenta.
En resumidas cuentas, Elantris es una novela hermosa que a mí me ha dejado buenas sensaciones. Tiene fallos muy obvios que, sin embargo, no se cargan la experiencia. Casi son parte del encanto. Por eso, la recomiendo encarecidamente.
¡Vayamos con las puntuaciones!
Lenguaje: 3/5.
Personajes: 5/5.
Historia (y cómo está contada): 2/5.
Originalidad: 4/5.
¿Final satisfactorio?: SÍ en el hecho, NO en las formas.
Emoción: 5/5.
PUNTUACIÓN GENERAL: 4/5.
Espero que te haya resultado útil la reseña y que te guste el libro en caso de que decidas leerlo. Te animo a comentar y compartir. ¡Muchas gracias por leer, y hasta la próxima!
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